No puedo creer que no escribí en mi blog todo este año, empecé
en enero y después, así de rápido ya estoy escribiendo de nuevo hasta
diciembre. Bueno como había comentado voy a hablar del desarrollo de producto.
Hace unos días, estaba viendo un video de una startup que
diseñó una cartera minimalista, y bueno, cuenta todo lo que le implico hacer
sus primeros prototipos. No voy a hablar de ese arduo proceso. Sino de cómo
cuando la idea aparece en tu cabeza o en tu vida, puedes responder a la usual
pregunta de ¿Es un buen producto?
La clave para contestar esta pregunta, diría yo, está en dos
vertientes, ¿Le resuelve la necesidad/problema a alguien? Si la respuesta es
positiva, entonces la segunda pregunta que debes hacer es ¿Esta persona está
dispuesto a pagar por tu solución/producto/servicio? Si la respuesta es sí,
entonces tienes un buen producto.
Que pasa, pues a veces tenemos una idea muy buena, pero la
realidad es que las personas no están dispuestos a pagar por la solución y ahí
es cuando se pierde la oportunidad, a veces también es porque es muy caro, o
por que la solución a veces es más complicada que aguantar el problema o la
necesidad. Hay que ser prácticas cuando se dan soluciones y en estas épocas, también
hay que ser prácticos con los modelos de distribución y de pago.
Sin embargo, si tu producto no satisface una necesidad o no están
dispuestos a pagar por él, no tires la idea a la basura, más bien reformularla
y rescata lo que si están dispuestos a pagar o lo que si se les hace útil, a
veces todo el concepto está adelantado a su época, pero no hay que desistir,
pues necesidades siempre están a la vuelta de los meses, en donde se vuelven
más puntuales.
Ánimo y empiecen el año con nuevas ideas que emprender.
Les dejo el video que inspiro este artículo.
Les dejo el video que inspiro este artículo.
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