En cierta parte avanzada de un desarrollo de producto, en
ese momento que quieres justificar el plan de negocio, ahí es donde debes de
realizar el benchmark, tanto de la competencia como de tus propios productos
homologos que pudieran verse afectados en el lanzamiento de este nuevo
producto.
Hace poco nos llevamos el chasco de chasco, cuando
confirmamos que por saltarnos este paso, lo que parecía ser un excelente
equipo, resulto no serlo… tanto. Al final es un buen producto, pero pensábamos que
era excelente y pues no.
Cuando haces un benchmark, estableces variables que son
importantes tanto para ti como negocio, como para el consumidor, y luego
comparas entre varias opciones cada una de estas características/varias.
Sin embargo cuando tienes un producto muy innovador, crees
que no puedes hacer un benchmark y por eso la lógica te dice que no lo hagas,
pero no escuches a la lógica, al menos por esta ocasión. Aunque tu producto sea
el más novedoso de la vida y del mercado, considera los productos sustitutos u homólogos,
porque estos también van a reflejar características que cubren necesidades del
cliente y que con tu nuevo producto pueden ser sobrepasadas pero jamás deben de
ser obviadas.
En conclusión, y para no hacer el post muy largo, no cortes
camino, no obvies lo obvio y mejor registra en una tabla comparativa dichas características
y necesidades y veras como es importantísimo tener toda esta información compara
con las opciones que tiene el consumidor en el mercado. Y más claro aún, que
las conozcas y las entiendas. BENCHMARK es un deber ser.
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